viernes, 17 de abril de 2015

Échele la culpa al cerebro

El pasado domingo día 12 El País publicaba un artículo de la psiquiatra Lola Morón con el mismo titulo que esta entrada. Aunque el artículo figura en la sección de Ciencia es simplemente un artículo de opinión sobre las concepciones filosóficas de la autora respecto a la responsabilidad, tal como queda claro cuando nos remite al DRAE, y que es un ejemplo moderno del dualismo que todavía impera en la sociedad.

La autora menciona el caso de un acusado que intenta justificar una agresión como resultado de un problema en su cerebro. En este caso la ciencia actual ni siquiera puede justificar que su agresividad sea debido a la malformación que el sujeto pretendía utilizar como coartada, pero supongamos que si se pudiese demostrar inequívocamente que una persona ha realizado una acción sin ninguna posibilidad de evitarla. Desde el punto de la responsabilidad nada cambiaría.

Para tener auténtica responsabilidad necesitamos que todas las decisiones estén basadas en una cadena de causas y efectos. Si en cualquier momento la cadena se rompe y una decisión se toma, digamos, aleatoriamente, ya no somos responsables. Para ser realmente responsables de nuestros actos es necesario que estos estén determinados por los estados previos. Obviamente es una visión completamente distinta de la concepción tradicional de libre albedrío y difícil de aceptar, pero es la única opción lógica a menos que se acepte el dualismo.

Desde un punto de vista legal el tema es algo más complicado. Hoy en día se asume que hay casos en los que uno no es responsable de sus actos bajo ciertas alteraciones psicológicas. En el momento es que se puedan predecir muchos comportamientos examinando el cerebro de las personas la sociedad tendrá que debatir porque un esquizofrénico es menos responsable que alguien con depresión o quien sufre un ataque de ira tras una discusión.

Al contrario de lo que opina la Dra. Morón no creo que no haya cosas que no debamos saber. Si que como sociedad se debe supervisar como se utilizan determinados conocimientos.

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